martes, 25 de junio de 2013
Desaparecer.
Sabía que no podía contar contigo. He vuelto a humillarme de nuevo para nada. Debo de ser la única persona en el mundo que no aprende de lo que le sucede con las mujeres con los que ha estado, quizás tengo algún defecto de nacimiento que no me permite adquirir este tipo de conocimiento.
La verdad es que me doy pena. Una y otra vez me dan golpes y yo no sé responder y, cuando respondo, recibo un golpe más fuerte: ignorancia, falta de respeto o manipulación por su parte. Soy demasiado débil en un mundo en el que no se puede ir con el corazón abierto. El destino me juega malas pasadas y en todas salgo perdiendo.
Esta vida es una mierda y lo digo pidiendo perdón a aquellos que piensan lo contrario. Yo no pienso así y, sin embargo, sé que mis problemas no son tan graves como los de muchas otras personas, pero sentirme infravalorado ha sido siempre algo que me ha hecho sufrir mucho. Quizás por eso me rebajo, quizás por eso me humillo, porque busco continuamente la aprobación, esa que nunca he recibido por parte de los que he amado.
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