sábado, 17 de agosto de 2013

Se acabo la envidia, porque tengo puesta mi mente en mis propósitos y en mis sueños.

Hoy, ocúpate de ti:

  • Valora el hecho de que te tienes a ti mismo.
  • No esperes nada de nadie.
  • Rompe tus límites.
  • Pelea sólo por cosas que valgan la pena.
  • Tómate tiempo para descansar.
  • Demuestra el amor y la ternura a los seres que amas.
 No importa cuánto dolor hayas sufrido, ni cuánta gente se haya alejado de ti, ni cuántas traiciones hayas padecido: a la larga entrarás en el mundo que deseaste y verás cumplico cada uno de tus sueños. Y recuerda: si cuando consigues tu propósito sabes ser una buena persona para otros, un nuevo nivel de prosperidad, de éxitos, de riquezas, de salud y de dicha te estarán esperando. Al que sabe dar, aún más se le dará. Sé un motivador nato y no pierdas de vista tu propósito.
 Prepárate: no hay envidia ni celos que puedan deternerte, destruirte ni limitarte.

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